sábado, 27 de diciembre de 2008

PERRO VOLADOR ...

LEYENDAS SOBRE PERROS
El perro violador (Lago Rapel, h.1970)

Cuentan las malas lenguas que a principios de la década del 70, en las cercanías del Lago Rapel, habitaba una especie de perro salvaje que no titubeaba en violarse cuanta cosa se moviera y se le cruzara por delante. Aunque los ataques no eran mortales, se supo de al menos una docena de parejas jóvenes -que se adentraban a los bosques a tener un rato de intimidad- y alrededor de una veintena de mujeres y hombres de campo que habían sido víctimas de este llamado perro violador. Era cosa de que se adentrara una pareja en los bosques (por lo general atacaba a parejas, siempre primero a la mujer y después al hombre, si es que éste no alcanzaba a arrancar) cuando en cualquier momento... ¡¡¡EPA!!! Aparecía el animal y procedía con su rutina.
Todos los lugareños estaban al tanto de este peligro y los dueños de parcelas pusieron en el camino variados letreros de madera a modo de advertencia -de los cuales hoy en día no queda ninguno en pie- y que quedaron estampados en la memoria colectiva de la zona. Y no en vano, pues -según nos cuenta don Natalio Menchaca, viejo lugareño- estos letreros eran bastante curiosos, por decir lo menos. Por ejemplo había uno que decía "OJO CON LA MINA: ANIMAL 'NO' COJO" (...) Otro, bastante soez, rezaba: "Ojo al '¡¡EPA!!': CUIDA LA MINA. Animal a diuca pelá. ¡¡OJO!!" [sic].

Don Natalio nos muestra el único letrero que tiene en su poder. Este tiene una curiosa nota al pie, qsicue según él, llama principalmente a que el hombre cuide a su mujer, y a que ambos respeten siempre el entorno y actúen con responsabilidad máxima antes de adentrarse hacia los bosques. Este dice al pie: "NOTE: Como nogal se le para la diuca. CUIDALA, Rapel es lago, no mocetón." [sic].

En aquellos años era casi inevitable el paso a través de los bosques, pues la represa estuvo lista el año 1968 y recién en 1970 el lago ya ocupaba la superficie que tiene hoy en día. No había pequeños caminos locales en ese entonces.

Y curiosamente, pasó casi un par de años y dejó de haber noticias de
violaciones o avistamientos del animal en la zona. Nunca nadie supo más nada ni pudo dar con una especie de retrato hablado del "perro violador", pues éste atacaba cuando ya oscurecía. Afortunadamente don Natalio (87 años) nunca fue víctima, tampoco su señora, doña Teresa Pavez de Menchaca, ni ninguno de sus trece hijos. "A la vieja siempre la he cuidado como hueso de santo, pues gancho" dice, con la voz quebrada y algo de brillo en sus añosos ojos.

posted by cristboal at
6:24 PM

Fuente: http://labotsircle.blogspot.com/

martes, 9 de diciembre de 2008

LEALTAD PERRUNA

PERROS HEROES ANONIMOS
Una lealtad a toda prueba
La imagen de un perro común y corriente, sin un peligree de mucha raza, pero en un acto de valentía inigualable, dio la vuelta al mundo en fracciones de segundo. El noble animal retiraba a un “perro amigo” recién atropellado desde una frecuentada autopista chilena.
El acto heroico lo desarrollaba arrastrando al perro atropellado, mientras por sus costados pasaban los vehículos con un alto riesgo para su propia vida.

La imagen ampliamente difundida por You Tube, a más de alguna persona le ha hecho reflexionar sobre el afecto de las mascotas con sus amos, especialmente los perros quienes están en forma más cercana y habitual al ser humano.

Sin embargo, el otro lado de la moneda se presenta cuando una denominada “Protectora de Animales” en Chile, remeció al país entero luego de varias denuncias, se comprobó que los animales en este lugar llegaban a un sacrificio lento, pues fallecían de hambre, faltos de atención y sin ninguna medida sanitaria adecuada. Eso sí, se cobraba a las personas una suma de dinero por dejar sus mascotas en el lugar, sin sospechar sus dueños que dejaban a estos pobres animales a una muerte lenta además de segura.

Este contraste de nosotros los “humanos” es un verdadero misterio. Un monumento a la irracionalidad del hombre, quien no respeta a sus semejantes, ni seres vivos que nos rodean. Una verdadera vergüenza para todos.

Sigrid Gröthe - Veterinaria