domingo, 25 de octubre de 2015

martes, 20 de octubre de 2015

CRÍTICAS A UN CIENTÍFICO POR MATAR A UN PÁJARO AL QUE BUSCÓ 20 AÑOS
Filardi obtuvo en las islas Salomón la primera foto de un macho del 'alción bigotudo' El especialista explica que se trata de un práctica de campo "estándar para los biólogos" y que no está en peligro de extinción

El científico estadounidense Christopher Filardi se pasó dos décadas buscando en las islas Salomón, Oceanía, una especie de pájaro del que se sabe muy poco: el alción bigotudo o actenoides bougainvillei excelsus. Salvo un espécimen del que hay constancia en 1920 y dos hembras ofrecidas por cazadores locales a coleccionistas en 1950, poco se sabía de este vistoso pero desconocido animal. Hasta ahora, ya que la expedición liderada por Filardi localizó, identificó y fotografió por primera vez en la historia un macho del bigotudo en la reserva de Tetena-Haiaja.  

La emoción con la que Filardi describe su hallazgo, sin embargo, no ha sido bien recibida por algunos usuarios en redes sociales y parte de la comunidad científica. Filardi, en su afán documentalista y tal y como llevan haciendo los biólogos desde Charles Darwin a Alfred Russel Wallace, procedió a "incluir en la colección" al pájaro, lo que en el argot es sinónimo de que lo mató. "Por supuesto que coleccionar significa matar, es una burda manera de esterilizar la muerte totalmente innecesaria de un ser vivo. ¿Hasta cuándo va a seguir esta práctica?", se preguntaba Marc Bekooff, profesor emérito de ecología y biología de la Universidad de Colorado, en un blog en Huffington Post.

El Museo Americano de Historia Natural, institución a la que pertenece Filardi y donde se dio a conocer el hallazgo, se vio forzado a actualizar el artículo en el que se anunciaba la foto tras la polémica surgida a partir de un artículo publicado en The Washington Post. "El bigotudo, aunque es un pájaro del que se sabe poco y no ha sido estudiado, no es un ave rara" y no está en peligro de extinción.

Otra institución, la National Audubon Society, que también dio cobertura a la ya famosa foto, optó por permitir a Filardi que se explicase. "Durante un cuarto de siglo he trabajado por la conservación de la vida salvaje", afirma en un artículo titulado ilustrativamente Por qué incluí en mi colección a un alción bigotudo. "No se trata de un trofeo de caza", se excusa al tiempo que llama la atención sobre el canto inigualable de este pájaro cuyo pelaje va del azul añil al blanco y al oro. Además, justifica que en la zona estudiada, de unos 5.300 kilómetros cuadrados, calculan que hay unos 4.000 ejemplares, lo que equivale a una superpoblación.

Según continúa, procedió a realizar la eutanasia al pájaro de acuerdo con las "prácticas de campo estándar para los biólogos". Filardi, además, asegura que "matar un bigotudo ayudará a salvarlos a todos".  EL PAIS

domingo, 18 de octubre de 2015

SOBRE "NIÑOS SALVAJES"

LAS HISTORIAS REALES DE NIÑOS SALVAJES CRIADOS POR ANIMALES

En El libro de la Selva, una serie de cuentos escritos por el premio nobel Rudyard Kipling, el protagonista principal, Mowgly, es un niño que se pierde cuando sus padres huyen del ataque de un tigre con malas intenciones llamado Shere Khan. Entonces, los lobos de la jungla le adoptan y le protegen como si fuera un miembro más de la manada.

La historia de Mowgly nunca ocurrió pero sí ha habido casos similares en el mundo. Uno de los más increíbles es la historia de Natasha Mikhailova, el cual salió a la luz en el año 2009. Esta niña siberiana, al poco de nacer fue rechazada por sus padres y sólo se la dejó convivir con unos perros en una azotea. Durante dos años, sus progenitores ni siquiera le hablaron ni dieron de comer nada especial. No tuvo contacto con otros humanos ni con el mundo exterior. Fue tratada como un perro más. Lo que ocurrió después fue que Natasha dejó de hablar y comenzó a ladrar, a beber con la lengua y a caminar a cuatro patas. El cariño y conocimientos que sus padres le negaron lo encontró en los perros. En la actualidad reside en un centro de rehabilitación social.

Pero también tenemos un caso en España que se convirtió en película y documental. Se trata de Marcos García, al que he tenido el gusto de conocer y entrevistar personalmente. Su padre y madrastra, quienes le maltrataban, le vendieron a un pastor de Sierra Morena con tan solo unos pocos años de edad. Cuando el pastor murió, Marcos decidió quedarse en las montañas. Un día que Marcos tenía mucho hambre y frío se metió en una lobera donde había varias crías. Allí se quedó dormido hasta que aparecieron el gran lobo y la gran loba que regresaban de cazar. Al principio, cuenta Marcos, le gruñeron y él se echó las manos al cuello para protegerse de un posible ataque. Pero en un instante todo cambió y los amenazantes gruñidos se convirtieron en lametazos. Hasta le dieron comida con su propia boca. Desde ese mismo momento se convirtió en un miembro más de la manada. Aprendió a cazar con ellos, a hacer ruidos de animales para atraerlos  y poder comer. Hasta se vistió con las pieles de sus presas.

A finales de los años 50, otro niño fue encontrado viviendo con gacelas en un desierto sirio. Con una musculatura increíble, era capaz de alcanzar los 50 kilómetros por hora corriendo. Tuvo que ser capturado por policías a bordo de un todo-terreno. Posteriormente, fue institucionalizado durante un tiempo pero se escapó sin que nada se sepa hasta el día de hoy. Se desconoce cómo llegó a vivir en ese desierto o dónde se encuentra en el presente. La misma suerte corrió un adolescente encontrado en un bosque ruso que vivía como un lobo en una manada. Sin capacidad de hablar y muy agresivo, se escapó del hospital el mismo día que fue capturado. Aún hoy es buscado por las afueras de Moscú.

Vania Yudin vivía con su madre en un apartamento lleno de pájaros. Su madre se negó a tener cualquier tipo de contacto con él. Ni siquiera se dignaba a hablarle. Como consecuencia, el niño no podía pronunciar una sola palabra pero sí aprendió a hacer los sonidos de los animales con los que convivía. Expresaba sus sentimientos agitando los brazos, como lo hacen los pájaros con las alas. Su caso fue conocido cuando tenía la edad de 7 años y fue trasladado por los servicios sociales a una institución que se encargó de su rehabilitación.

El año pasado, las autoridades malasias anunciaron que al fin capturaron al "niño orangután", del cual aún no se sabe ni la identidad ni el nombre. Sólo se conoce que tiene entre 4 y 7 años de edad. El caso fue reportado a la policía por los lugareños y el ejército comenzó una larga búsqueda hasta su captura. Este niño salvaje ha estado viviendo con orangutanes durante muchos años, viajando y trepando por los bosques, comunicándose y alimentándose como si fuera un primate más. De hecho no sabe hablar. Su captura fue especialmente difícil porque los orangutanes, su verdadera familia, le ayudaron para que no fuera apresado por el ejército, responsables de la misión. Los soldados tuvieron que sedar a tres de estos grandes simios con dardos tranquilizantes para poder agarrarle y llevarle a la localidad más cercana. Cuando ese mismo día fue ingresado en un hospital, tras unos análisis, los doctores estaban sorprendidos de su buen estado de salud.

Pero no es el primer caso de niños humanos criados por primates. En el año 1996, en Nigeria, fue encontrado Belo, "el niño chimpancé", con 10 años de edad aproximadamente, de los cuales año y medio fue miembro de una comunidad de chimpancés, quienes le cuidaron y protegieron de los peligros. Otro caso digno de observación fue el de John Sebunya en Uganda, encontrado en el año 1991 tras ser criado por monos durante varios años en la selva.

Hay más casos, pero lo que todos tienen en común es que estos niños, afortunadamente, encontraron en los animales lo que los miserables humanos no les quisimos dar.


Pablo Herreros – El Mundo

viernes, 16 de octubre de 2015

lunes, 12 de octubre de 2015

HUEMULES CON EXTRAÑAS PROTUBERANCIAS

OTROS DOS HUEMULES ENCONTRADOS  EN LA RESERVA NACIONAL CERRO CASTILLO
El agrónomo y encargado de la Protección al Huemul en la región de Aysén, Rodrigo Orrego, conversó con Radio Santa María sobre las anomalías que presentarían dos huemules en Cerro Castillo.
“La aparición de estos ejemplares con pretuberancia fue a partir del años pasado, cuando los guardaparques dieron noticia. A raíz de esto se intuyó a los organismos de Conaf y el SAG. Se tomaron las muestras el año pasado de 4 ejemplares y hasta el momento no hemos tenido ningún resultado que nos indique que es alguna enfermedad de tipo infecciosoa o que pudiese causar la muerte al animal. Se vió el año pasado que en verano estos mismos animales habían mejorado sin comprometer el estado de salud. A raíz de esto comenzaron los estudios, ubicar al macho, tomar las muestras y conocer el origen”.
El profesional señaló que por el momento tienen a todos los guardaparque identificando a las criaturas para poder realizar un diagnóstico exhaustivo sobre el motivo y la causa de estas protuberancias que se presentaron hace cerca de dos años.
Las muestras que han realizado hasta el momento han resultado negativas para todas las posibles enfermedades infecciosas que podrían causar la muerte de los huemules. Conaf, el servicio agrícola y ganadero están trabajando y se habla de falta de nutrientes, infección local entre otros.
Este sería el octavo y noveno caso de presencia de protuberancias desconocidas en los ejemplares.  (Fuente: Radio Santa María - Daniela Quiroga)
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lunes, 5 de octubre de 2015

CORVINA GIGANTE EN EL RIO MAIPO

INSÓLITO: CAPTURAN CORVINA DE 27 KILOS EN EL RÍO MAIPO
La discusión comenzó cuando, a lo lejos, divisaron a un enorme animal que aleteaba cerca de la ribera del río Maipo en el sector de Tejas Verdes, en Llolleo.
Arriba de una pequeña embarcación se encontraban Carlos Ortiz (31), Ignacio Cabello (29), Oscar Arriaza (58) y René Ortiz (68). Todos ellos amigos desde hace mucho tiempo y colegas en el arte de la pesca chinchorro.
Esta técnica, la más antigua para extraer recursos marinos, consiste en la utilización de una red rectangular que los pescadores tienden desde la costa y que luego recogen manualmente para sus capturas.
Precisamente era esto lo que realizaban estos pescadores en la boca del río Maipo cuando a lo lejos divisaron un enorme animal que se movía inquietamente en las tranquilas aguas de San Antonio.
"Todo era normal. Habíamos ido como siempre al río a pescar. Pusimos la red y esperábamos sacar los peces cuando vimos algo", parte diciendo Carlos Ortiz.
"Estábamos en el bote cuando vimos a lo lejos algo que se movía mucho. Yo pensé que era un lobo marino que se estaba comiendo a los pescados que habíamos atrapado. Otros decían que era un pescado. Así estuvimos discutiendo como cinco minutos hasta que comenzamos a acercarnos para saber qué era", cuenta el experimentado pescador.
Para acabar con cualquier duda o incertidumbre, este grupo de vecinos de Tejas Verdes tomó los remos y comenzó a bogar río adentro. A medida que se iban acercando a este animal las dudas se fueron despejando.
"No era un lobo marino como pensábamos. Era una corvina gigante que estaba en las redes y quería salir. Era impresionante cómo se movía. Si incluso cuando la fui a tomar para subirla a la embarcación casi me quiebra la muñeca", describe Ignacio Cabello.
La sorpresa fue enorme para este grupo de pescadores al ver a este inmenso pez que luchaba por escapar. Carlos Ortiz, al ver semejante ejemplar, no lo pensó dos veces y se arrojó al río.
"Me tiré con ropa y todo. No podía dejar que se escapara, así que tiré mi celular al bote y me lancé para atrapar a la corvina. Ahí estuvimos luchando como media hora para capturarla. Costó harto, porque era muy grande y con mucha fuerza", detalla Ortiz.
Este ejemplar pesó 27 kilos y medía un metro y 50 centímetros.
René Ortiz, el más longevo dentro de este grupo de pescadores, cuenta que nunca había visto algo así en las costas de San Antonio, por eso cree que este hallazgo es digno de destacar.
"No es común ver a este tipo de pescados, porque son muy grandes. Generalmente este tipo de peces pesan entre 12 a 18 kilos cuando son grandes o gigantes, pero este que pescamos escapa a lo común. Es mucho más grande y hace harto tiempo que no se pesca algo así", recalca.
René, además, expresa que la carne de este producto tiene un precio que bordea los 4 a 5 mil pesos por kilo. "Es un pescado muy cotizado y muy rico. No debería haber problema en venderlo fácilmente", cree. J
Carlos Ortiz, uno de los pescadores que atrapó a esta gigante corvina, cuenta que él junto a sus amigos se dedican desde hace varios años a la pesca chinchorro.
"Toda la vida nos hemos dedicado a esto. Es nuestra fuente de ingreso para nuestras familias. Y ahora estamos muy complicados con nuestro futuro, porque vemos cómo el puerto se comió toda la playa de Llolleo. No tenemos muchos lugares para ir a pescar. Ojalá que se pueda hacer algo para que nuestros ingresos no se vean afectados", ruega.
"Estábamos en el bote cuando vimos a lo lejos algo que se movía mucho. Yo pensé que era un lobo marino que se estaba comiendo a los pescados que habíamos atrapado", Carlos Ortiz.
Fuente: El Lider