El criptozoologo español Jordi Magraner fue asesinado en Krakal, Chintral, Pakistan, en Agosto de 2008
El norte de Pakistán linda con regiones asiáticas conocidas por su riqueza en relatos de hombres salvajes y velludos, identificados por testimonios visuales como diferentes del hombre moderno. En 1987-1990 se llevó a cabo un estudio en el distrito de Chitral, una región hasta entonces no inspeccionada, para localizar la existencia de posibles testigos oculares quizás poder observar uno de estos seres.
Se ideó un método que incluía, entre otras cosas, un cuestionario sobre anatomía, basado en el examen y descripción del cadáver de uno de estos hombres salvajes estudiado en 1968 por Bernard Heuvelmans en los Estados Unidos. Al cabo de una exploración de 19 meses, la expedición regresó con 27 informes testimoniales y un retrato-robot de dichas criaturas. La información reunida excluyó el uso de un lenguaje articulado por parte de los hombres salvajes de Chitral, indicando más bien que se comunican por medio de potentes sonidos guturales.
El resultado sintético de estos informes permite descartar la hipótesis de un origen mítico de estos personajes, sin ninguna causa natural. Tanto los datos anatómicos de hombres fósiles como la prehistoria del Asia central no se oponen a la existencia de poblaciones prehistóricas en los altiplanos de Pamir e Hindo Kush. Esto fue así por lo menos hasta el primer milenio A.C. La cuestión a resolver es si tales testimonios se refieren a supervivientes tardíos de esas poblaciones prehistóricas, ya descritas como poblaciones de la Edad de Hierro de Sakas (los primeros pastores de Bactriana).
(Fuente original: Sociedad Española de Criptozoologia)
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