domingo, 14 de septiembre de 2008

Entre gnomos , duendes y seres fantásticos

Habitantes de la parte etérica, mineral y terrestre.
Los duendes son criaturas imaginarias de la mitología europea, a los que podemos clasificar como: ondinas, salamandras y gnomos; grupos de espíritus elementales que podemos identificar respectivamente con el agua, fuego, tierra y aire.

De acuerdo con el "Diccionario Esotérico", las ondinas son ninfas de las aguas, según la mitología germana y escandinava, similar a la náyade de la mitología clásica. Las ondinas simbolizan lo femenino de las aguas y sus peligros. El cuerpo de las ondinas está formado por éter vital y pueden vivir millones de años.

Por su parte las salamandras son los elementales de mayor categoría, carecen de conciencia física y su origen se remonta a los primeros pensamientos caóticos divinos. Estos seres se encuentran por todas partes y no se puede obtener fuego sin su concurso. Se hallan principalmente en cavidades bajo tierra originando las explosiones y erupciones volcánicas. Sus cuerpos están formados por el éter reflector y viven muchos millares de años.

ENANOS FANTÁSTICOS Y DEFORMES

Los gnomos son elementales de forma humana enana que habitan en la parte etérica, mineral y terrestre. Se les denomina también pigmeo, cubital o kobold. Viven en comunidad en habitaciones construidas por ellos mismos o en minas y cavernas y se dice que son los guardianes de los tesoros ocultos en las entrañas de la tierra. De acuerdo con el Rosacrucismo es un enano fantástico y deforme. Los gnomos son considerados espíritus de la Tierra, necesarios para construir las plantas y las flores. Su tarea consiste en teñirlas con innumerables matices. También cortan los cristales de los minerales para formar las gemas preciosas, se encuentran por todas partes y son más trabajadores que las mismas abejas, pero su labor sólo es reconocida por aquellos que tienen facultades clarividentes. Los cuerpos de los gnomos están formados principalmente por éter químico, de ahí que pertenezcan a la Tierra y sean terrenos, volviéndose viejos en una forma no muy distinta a los humanos.

LOS DUENDES ESPÍRITUS CAPRICHOSOS

Los duendes pertenecen al aire, y se hace referencia a ellos en los mitos y la poesía europea, bajo este nombre más que bajo el de sílfides, inventado por Paracelso. Se les puede considerar como espíritus caprichosos, de talla diminuta pero de grandes poderes. Su estatura es menor que el tamaño de un dedo pulgar de un niño. No obstante ser sus brazos y piernas, la mayoría de las veces, de formas delicadas... cuando ellos lo desean pueden lanzar bloques de granito o llegar a atar al hombre más fuerte y todavía hacer vibrar una casa.

Los duendes los podemos dividir en buenos y malos, luminosos y oscuros. Llegan a tener ojos tan brillantes como las mismas estrellas y rostros tan resplandecientes como el sol. Su cabello es de color del oro, y en otros casos puede ser tan oscuro como el mismo petróleo.

CANTAN Y DANZAN BAJO LA LUZ DE LA LUNA

Los duendes por lo general usan zapatos de charol, y una gorra con una pequeña campana pendiendo de ella. Quien quiera que llegara a encontrar uno de estos zapatitos o campanas obtendrá del duende que los haya perdido el deseo que les pida.

En el invierno se retiran a lo más profundo de las montañas, donde viven de manera muy similar que el hombre, y en los primeros días de la primavera de sus grutas corren hacia las laderas de las colinas y se columpian en las ramas de los árboles.

Por las mañanas descansan en los campos floridos, y observan a la gente que pasa por ahí, pero al atardecer ellos se reencuentran, unen sus manos y cantan y danzan bajo la luz de la luna.

Por lo general, son invisibles, pero los niños nacidos en domingo pueden llegar a verlos, y los gnomos pueden extender este privilegio a quien quiera que ellos deseen complacer.

En Inglaterra y Escocia ellos se convierten en "rubios" en el primer país y "cafés" en el segundo, y están sujetos a un rey y a una reina. En las Islas de Stern y Rügen, en el Báltico, están bajo el mando de un rey de los gnomos, quien monta en un carruaje tirado por cuatro caballos negros y su paso de la isla se le reconoce por el relincho de sus corceles.

INVALUABLES SIRVIENTES DOMÉSTICOS

Los gnomos en algunas ocasiones se convierten en sirvientes domésticos. Al ser complacidos todos sus caprichos: su comida y bebida colocada regularmente en un lugar y no tratar de interferir con su libertad, los muebles seguro serán sacudidos, el piso será barrido y cada habitación estará en perfecto orden.

Uno de los gnomos más conocidos fue el descrito por los hermanos Grimm en una de sus historias en donde relatan las penas de una pequeña chica, quien, al solicitar la ayuda de un gnomo, la sometió a una dura prueba de no llevarse su bebé si ella averiguaba su nombre.

UNA GRAN VARIEDAD DE GNOMOS Y DUENDES

Existe una variedad increíble de duendes entre ellos se cuentan los "tardos" y los "trasgos" quienes se han adaptado al mundo moderno con un notable éxito y de quienes es fácil sufrir sus bromas y agresiones. Gracias a sus facultades transformatorias, pueden hacerse pasar también por tripulantes de OVNIs o visitantes nocturnos.

NISSE, EL GNOMO NORUEGO DE LAS NAVIDADES

Una vieja canción noruega se refiere a Nisse, un pequeño gnomo parecido a Santa Claus, que espera encontrar su pequeña taza llena de una bebida caliente o colmada de galletitas en la puerta de la casa de la familia. Quien olvida colocarla se verá afligido por toda clase de travesuras, al igual que su ganado.

ALUXES, LOS TRAVIESOS DUENDES MAYAS

No es poco común encontrar en los vestigios arqueológicos de los mayas representaciones de diminutos seres fantásticos con cara de pequeños demonios. Se trata de los aluxes (pronunciado alushes), los duendes mayas.

Estos extraños seres, plasmados casi siempre con rasgos reptilíneos, forman parte de una muy antigua tradición. Se encuentran aluxes en ruinas que datan de la era cristiana, y aun hoy en día, se trata de una tradición viva y difundida en varias regiones del sudeste mexicano. Así encontramos a los aluxes en la península de Yucatán, chaneques en Veracruz y Tabasco y los churucos en Chiapas.

Lógico, existe cierta relación con los duendes del Viejo Continente, como los de Irlanda.

Los aluxes tienen fama de juguetones y traviesos, aunque también pueden causar enfermedades e incluso la muerte.

Un guardia de la zona arqueológica de Chichén-Itzá nos relató cómo "trabajaban" los aluxes dentro de las ruinas de 11 de la noche a 2 de la mañana.

Cierta ocasión, antes de la media noche el guardia hacía su acostumbrada ronda por el llamado Viejo Chichén, cuando oyó una risa como de un niño que por momentos parecía acercarse. Asustado, corrió, y repentinamente escuchó la risa frente a él, comenzó a lanzar piedras hasta que aquélla cesó y pudo regresar a su albergue.

A partir de ese día, la salud del guardia decayó y nadie lo podía curar, y no fue sino hasta que consultó a un "médico" maya, quien le dijo que el aluxe le había echado "el mal aire" al sentirse atacado.

Como éste hay cientos de relatos. Se dice que aparecen también por los alrededores de los cenotes sagrados y muchos juran haber amanecido sin explicación, a kilómetros de sus hogares, sobre todo al padecer de fuertes fiebres.

Además son especialistas en desaparecer cosas, por eso la gente suele darles ofrendas de comida y bebidas alcohólicas, las que invariablemente desaparecen.

Se cree que existe una fuerte relación entre los aluxes y los llamados elementales (que es el principio vital de las plantas y de otros seres vivos) siendo los aluxes el elemental de plantas especificas, según algunos esoteristas.

Lo cierto es que estos fantásticos seres formaron parte del pensamiento maya de manera muy profunda, tan es así, que la tradición ha permanecido hasta nuestros días. (Fuente: TOC)



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