lunes, 12 de septiembre de 2016

HOY LA "ESTRELLA DEL LOA" RECUERDA EL ENIGMA DEL CHUPACABRAS

CUANDO EL CHUPACABRAS ATERRORIZÓ A LA REGIÓN

A la misteriosa "bestia" le gustaba pasear por El Loa dejando animalitos sin una gota de sangre. Nunca lo pillaron.

Pedro Villegas, parcelero de Calama, estaba seguro que no fueron perros los que mataron a 31 de sus ovejas en un predio en las afueras de la ciudad, a principios de abril del 2000. Los animales, muertos todos sin explicación aparente, le dieron vida a una sicosis colectiva personificada en el Chupacabras, una bestia sanguinaria que literalmente vaciaba a sus víctimas, dejándolas sin una gota de sangre.

Hay real miedo en los parceleros loínos. A finales de abril en el sector de La Banda ya hay 140 animales secos y con el gobernador de El Loa, Francisco Segovia, se ponen de acuerdo para hacer una "operación rastrillo" en busca de un animal que hasta entonces no había visto nadie. A los días, Carabineros dice tener la respuesta: una perra salvaje atraía a varios canes del basural, atacando los animalitos. El SAG, lo mismo: perros salvajes.

El argumento de los perros no lo cree nadie. En Avenida La Paz aparecen enormes huellas que difícilmente corresponderían a uno por su profundidad y tamaño. La PDI se trajo un "experto en huellas", el ingeniero Víctor Espinoza. El hombre examinó lo que había en La Banda y quedó para dentro. "Nunca ví algo igual", dice.

Por la noche, los parceleros hacen guardia y le tiran señuelos al Chupacabras, pero el animal, más vivo, no aparece en una semana por ahí. El que sí lo ve es Claudio Larrondo, vigilante de un perdido puesto en el Salar de Atacama que habría sido atacado por el bicho, dejándole varios arañazos.

Por alguna razón, todo el mundo quiere guardar silencio del tema. Los casos que van apareciendo se saben recién a los días de ocurridos, porque luego el Chupacabras deja El Loa un tiempo y se va a Cobija. En mayo, 40 gallinas y patos amanecen sin sangre. Los rumores atraen a todo el mundo: periodistas santiaguinos hacen guardia en Calama y -supuestamente- habrían misteriosos expertos de la NASA bajando de helicópteros en la mitad de la nada con las bestias en una jaula.

Mientras siguen apareciendo versiones del origen del monstruo -una veterinaria asegura que es un murciélago mutante-, el Chupacabras no para de atacar: varios camioneros lo han visto paseando por las noches en María Elena y a veces merodea por el Terminal Agropecuario de Calama.


Aunque el Chupacabras seguiría apareciendo, ese año los medios santiaguinos insisten tanto buscando datos que ya tienen chatos a los parceleros de La Banda, donde partió todo. El gobernador Segovia apuntó directamente a los ufólogos y otros "expertos" que desfilaban por la tele explicando qué era la misteriosa cosa que tenía aterrorizada al norte. "Algunos hombres inescrupulosos se han lucro de las necesidades de estos habitantes", dice.

Ignacio Araya Chanqueo

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