AMBIENTE FRÍO Y
GRANDES DEPREDADORES HABRÍAN LIMITADO PRESENCIA HUMANA EN LA CUEVA DEL MILODÓN
HACE 10 MIL AÑOS ATRÁS
Según estudio dirigido por la arqueóloga de la umag, Dra. Fabiana Martin. Las escasas evidencias recuperadas en
la última excavación indican que, posiblemente, era un lugar peligroso para ser
habitable por los primeros cazadores-recolectores de la zona
La Cueva del Milodón en la Provincia de Última Esperanza es un
sitio con gran valor patrimonial protegido por la Ley de Monumentos Nacionales.
Se trata de un lugar que presenta un registro arqueológico y paleontológico muy
rico en cuanto a cantidad, diversidad de faunas representadas y preservación.
Sus características han permitido la conservación de restos de tejidos blandos,
tales como carne, piel, pelos, uñas y excrementos de diversos animales, además
de abundantes restos vegetales.
Por su gran valor
patrimonial y turístico, el sector de la Cueva del Milodón resulta una visita
obligada para todos los que llegan a Magallanes.
Es, por ello, que el
Monumento Natural -administrado por Conaf y ubicado a 14 kilómetros de Puerto
Natales- ha sido el punto clave de varios proyectos de investigación orientados
a recoger evidencias arqueológicas que ayuden a dar luces acerca de la dinámica
de vida de los primeros pobladores humanos que accedieron al sector de Cerro
Benítez hace once mil años y de su interacción con la fauna hoy extinta.
La arqueóloga del Centro
de Estudios del Hombre Austral de la Universidad de Magallanes (Umag), Dra.
Fabiana Martin, viene liderando varios estudios sobre este tema desde hace casi
10 años, con hallazgos de restos de distintas especies como panteras, camélidos
y el mismo milodón. Gracias al financiamiento obtenido vía Fondecyt y al apoyo
del proyecto Modalidad Estadías Cortas del Programa de Atracción e Inserción de
Capital Humano Avanzado de Conicyt (Mec Pai), que trae como invitado al Dr.
Luis Borrero, en las últimas semanas se ha estado excavando un nuevo sector de
la Cueva. Esta vez, en busca de muestras arqueológicas que atestigüen no sólo
la relación entre el ser humano y los animales prehistóricos, sino que también
la presencia humana temprana de diez mil u once mil años de antigüedad.
Primeras conclusiones
Según informó la investigadora
de la Umag, las escasas evidencias humanas de más de 10.000 años recuperadas en
el lugar indican que Cueva del Milodón era, posiblemente, un lugar peligroso
para ser habitable por los primeros cazadores-recolectores. Sumado a lo
anterior, los estudios sedimentológicos dentro de la cueva revelaron la
presencia de cuñas de hielo que dan cuenta de la existencia de un ambiente
mucho más frío que el actual en la región, “lo que, probablemente, hizo que la
cueva no fuera un lugar atractivo para la instalación humana”, explicó.
Camélidos y caballos
fueron las presas principales de los primeros humanos que llegaron a Patagonia
hace 11.000 años. Sin embargo, esas presas también eran compartidas por grandes
depredadores como tigres y panteras. “La pantera –agrega Martin- también
utilizaba cuevas con frecuencia, lo cual nos lleva a pensar que pudo tener
algún tipo de competencia con los humanos respecto al uso de cuevas para
habitación y consumo de presas”. De hecho, el registro de una cría de pantera
recuperado en excavaciones de 2013 indica que dicho sitio debió ser utilizado
de forma alternada entre el milodón y estos grandes carnívoros.
Otro aspecto revelador de
la presencia humana antigua en este lugar surge del estudio de colecciones
óseas que fueron recuperadas hace más de 100 años dentro de la Cueva y que han
mostrado huellas de corte sobre restos de caballo. A su juicio, “estas
evidencias indican que los humanos procesaron restos de caballo en el sitio”.
Respecto al milodón,
Martin dijo que “aún no contamos con evidencias sólidas que impliquen que este
megamamífero era consumido por humanos. Sin embargo, se ha postulado que
posiblemente este animal, que era depredado por tigres dientes de sable y
panteras, podía ser aprovechado como carroña por los humanos”. El carroñeo
humano solía ser, de esta forma, una práctica mucho más común de lo habitual y
muy utilizada a comienzos de la humanidad, perdurando hasta tiempos muy
recientes.
Otros hallazgos
En paralelo, los
investigadores hallaron restos históricos como fragmentos de vidrio de botellas
y cajas de fósforos suecos, que pertenecerían a los arqueólogos Erland
Nordenskjöld y Rodolfo Hauthal, responsables de las primeras excavaciones
sistemáticas de la Cueva en 1899. “El hallazgo de esta evidencia nos lleva a
pensar que hemos localizado el área de trabajo de Nordenskjöld, un sector que
es importante porque de allí proceden las colecciones mejor preservadas que se
han obtenido de la cueva”, dice la Dra. Martin.
Para el Dr. Luis Alberto
Borrero, experto en primeros poblamientos humanos e investigador del Consejo
Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), Argentina, la
relevancia de este trabajo arqueológico de cronologías superiores a diez mil
años radica en que les permite modelar los primeros poblamientos humanos de
Patagonia. Según el experto, las condiciones de mayor frío y peligrosidad llevan
a revisar muchos de los modelos de poblamiento humano propuestos, lo que se
realiza desde una perspectiva comparativa con el poblamiento de otras regiones
de América del Sur como la Puna, las pampas o Tierra del Fuego.
La visita del Dr. Borrero,
a través del proyecto Mec Pai, busca comprender cuáles son los elementos en
común entre los procesos de poblamiento de distintos lugares de América del
Sur; cómo ocurrieron dichos procesos; a qué velocidad ocurrió el poblamiento, y
cuál fue el efecto de los primeros cazadores sobre el ambiente.
Fuente: La Prensa Austral
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