En 1989 una pareja de matrimonios amigos fueron a pasar el día a un paraje que se encuentra a 11 kilómetros de Gerona. El lugar en cuestión es popularmente conocido como el bosque encantado .
Mientras preparan la barbacoa, les parece oír una especie de extraño ruido o gemido entre unos matorrales cercanos. De pronto descubren a un extraño ser que emite un sonido parecido al emitido por las hienas entre las malezas. El ser al verse descubierto trata de huir dando pequeños saltitos. Es capturado por el grupo de excursionistas los cuales le dejaron caer una gran manta sobre él.
El extraño animal (o lo que fuera) es trasladado en una jaula de periquito, y aquí de difumina la historia, pues mientras algunos testimonios comentan que permaneció vivo un par de días y que no quiso recibir alimento, otros mencionan que estaba ya muerto en el momento de su captura.
La prensa de aquellos años le dio gran cobertura a este asunto, incluso se comentaba la existencia de otros seres semejantes observados por aldeanos en la zona de los Pirineos. Prontamente se definió como un feto de una vaca abortado por algunos medios, pero nunca se mostraron documentos oficiales respecto a los análisis realizados al respecto de la identificación.
El llamado "Gnomo de Girona", media unos 12 a 15 cms., su piel era azulada, orejas parecidas a las de los conejos, pies anfibios, manchas en la piel y algunos vellos esparcidos en la parte superior de su cabeza.
Este acontecimiento ha perdurado en el tiempo y ha sido recogido en diferentes medios de comunicación y por personas diversas quienes se han encargado de difundir este episodio curioso.
El "gnomo" permaneció durante muchos años en las dependencias de una farmacia de Barcelona donde los interesados podían verlo dentro de un frasco con un líquido conservante. Incluso salió a luz una breve película de video del momento de su captura, pero la verdad, que nada claro ni concreto respecto a las fuentes de origen de estos detalles. El tiempo se encargo de dejarlo como una anécdota curiosa en Catalunya. Sigrid Gröthe
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