Informe X - IIEE de Chile
Según nuestro Informe IX la llegada a la ciudad de Angol fue motivada por una publicación del "Diario Renacer" el día 29 de Junio, pero hemos logrado una muestra bastante fructífera de acontecimientos que pueden entrar en el campo de la criptozoología, siempre y cuando sepamos separar e interpretar algunos hechos recopilados en terreno y otros aportados por el investigador angolino Raúl Gajardo Leopold, quien nos prestó ayuda en nuestra labor.
No se puede negar que la zona de La Araucanía tiene un encanto especial y las leyendas fluyen y se narran entre las personas de la zona. Las narraciones van desde cementerios indígenas, sombras en las casas con figuras humanas, conquistadores errantes, y extraños animales de formas indefinidas, otros con características simplemente difíciles de aceptar y clasificar, pero que son relatos que provienen de personas totalmente serias, con un grado de cultura aceptable y otros avalados por antecedentes intachables, que provienen de los mismos lugareños. Vamos a relatar algunas de estas historias y reportajes.
CULEBRAS ESCAMOSAS VOLADORAS
Este testimonio corresponde al Sr. Daniel Enrique Ramírez Salazar de 36 años, casado, estudios hasta el 8ª Básico, chofer e instalador eléctrico domiciliado en la ciudad de Cañete (Chile)
Recuerdo que tenía 12 años, era 1975, con mi familia vivíamos en la Hijuela "Collico", sector de Huape, a 23 kilómetros hacia el Suroeste de Cañete, donde mi padre David Ramírez Montal era el propietario.
Estaba en la vega.. Eran las 14,00 de la tarde y el día estaba soleado. De pronto comencé a darme cuenta que a unos 20 metros de donde yo estaba, como a unos 6 o 7 metros de altura, cerca del ganado, había tres especies de animales, igual a las culebras en sus movimientos y cuerpos; los vi bajar hasta a 4 metros de los animales. Tenían el mismo movimiento de los pescados de agua. A veces se quedaban quietitos y después volvían a "colear". Eran tres. El más largo debe haber medido unos 70 centímetros y el menor, 50, y calculo que eran de unas dos pulgadas de gruesos. La cabeza era como de un pez, con ojo, y delante una especie de pico de ave, color negro brillante. La cabeza era como de un color blanco opaco, y se notaban como una especie de escamas, era parecido a los gusanos gruesos que salen de los troncos podridos.
Detrás de la cabeza, tenía dos aletitas de puntas redondeadas, como de un geme largo, como de 10 a 12 centímetros, también de color blanco opaco.
Sorprendido, estuve como 20 minutos viéndolos así, hasta que decidí ir a contárselo a mi padre. Estaba como a 15 minutos de la casa. Cuando llegué y le narré a mi padre lo visto no me creyó. Me dijo que estaba loco. Me dijo que estaba viendo doble...."como unas culebras parecidas a peces iban a estar por el aire" Cuando fuimos ya no estaban.
Nunca he sabido qué pudieran haber sido esos animales. (Fuente: R.Gajardo)
Hemos querido mostrar la declaración textual del testimonio ya que es de una inocencia y una predisposición tan honesta a contar un hecho inexplicado, que es imposible pensar que esta persona al cabo de los años este tratando de embaucar con una historia extraña. Además de poder apreciar la amplia gama de observaciones y experiencias que cuentan los lugareños, seguramente se perderían muchos de estos relatos al estar entre círculos pequeños de personas. Queda aquí como muestra a seres imposibles que al parecer nos acompañan de vez en cuando.
No se puede negar que la zona de La Araucanía tiene un encanto especial y las leyendas fluyen y se narran entre las personas de la zona. Las narraciones van desde cementerios indígenas, sombras en las casas con figuras humanas, conquistadores errantes, y extraños animales de formas indefinidas, otros con características simplemente difíciles de aceptar y clasificar, pero que son relatos que provienen de personas totalmente serias, con un grado de cultura aceptable y otros avalados por antecedentes intachables, que provienen de los mismos lugareños. Vamos a relatar algunas de estas historias y reportajes.
CULEBRAS ESCAMOSAS VOLADORAS
Este testimonio corresponde al Sr. Daniel Enrique Ramírez Salazar de 36 años, casado, estudios hasta el 8ª Básico, chofer e instalador eléctrico domiciliado en la ciudad de Cañete (Chile)
Recuerdo que tenía 12 años, era 1975, con mi familia vivíamos en la Hijuela "Collico", sector de Huape, a 23 kilómetros hacia el Suroeste de Cañete, donde mi padre David Ramírez Montal era el propietario.
Estaba en la vega.. Eran las 14,00 de la tarde y el día estaba soleado. De pronto comencé a darme cuenta que a unos 20 metros de donde yo estaba, como a unos 6 o 7 metros de altura, cerca del ganado, había tres especies de animales, igual a las culebras en sus movimientos y cuerpos; los vi bajar hasta a 4 metros de los animales. Tenían el mismo movimiento de los pescados de agua. A veces se quedaban quietitos y después volvían a "colear". Eran tres. El más largo debe haber medido unos 70 centímetros y el menor, 50, y calculo que eran de unas dos pulgadas de gruesos. La cabeza era como de un pez, con ojo, y delante una especie de pico de ave, color negro brillante. La cabeza era como de un color blanco opaco, y se notaban como una especie de escamas, era parecido a los gusanos gruesos que salen de los troncos podridos.
Detrás de la cabeza, tenía dos aletitas de puntas redondeadas, como de un geme largo, como de 10 a 12 centímetros, también de color blanco opaco.
Sorprendido, estuve como 20 minutos viéndolos así, hasta que decidí ir a contárselo a mi padre. Estaba como a 15 minutos de la casa. Cuando llegué y le narré a mi padre lo visto no me creyó. Me dijo que estaba loco. Me dijo que estaba viendo doble...."como unas culebras parecidas a peces iban a estar por el aire" Cuando fuimos ya no estaban.
Nunca he sabido qué pudieran haber sido esos animales. (Fuente: R.Gajardo)
Hemos querido mostrar la declaración textual del testimonio ya que es de una inocencia y una predisposición tan honesta a contar un hecho inexplicado, que es imposible pensar que esta persona al cabo de los años este tratando de embaucar con una historia extraña. Además de poder apreciar la amplia gama de observaciones y experiencias que cuentan los lugareños, seguramente se perderían muchos de estos relatos al estar entre círculos pequeños de personas. Queda aquí como muestra a seres imposibles que al parecer nos acompañan de vez en cuando.
Fuente: www.iiee.cl
Patricio Arias y Raúl Núñez
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