CTHULHU…
¿O EL CAICAIVILÚ?
En marzo de 1925 la goleta
de dos velas Emma, con base en Auckland, luego de ser empujada muy hacia el sur
por una terrible tormenta, se encontró de improviso con un barco de nombre
Alert en el punto 49º51’ de latitud sur y 128º 34’ de longitud oeste (frente a
Chile Chico).
Este último, cuya
marinería estaba compuesta por una caterva de la más baja ralea, conminó al
primero a dar media vuelta. Como el capitán Collins se negara, los dos navíos
se trabaron en una feroz lucha y aunque los del Emma dieron cuenta de los del
Alert, la tripulación quedó reducida a sólo ocho personas. Consternados por el
suceso y ahora conducidos por Gustav Johansen (Collins había fallecido en la
refriega), continuaron su curso, para al día siguiente hacer tierra en un islote
que no aparecía en los mapas.
Al arribar Johansen en el
puerto de Darling Harbour (Australia), rescatado por el Vigilant de Valparaíso
se negó a explicar cómo los otros siete supervivientes habían encontrado la
muerte por su estadía en el extraño islote, pero el que llevara en sus manos un
terrorífico ídolo de piedra, más el contexto de su relato, llevaron a H.P.
Lovecraft en 1926 a imaginar que lo que habían encontrado frente a las costas
de Chile no era otra cosa que la mítica R’lyeh, el lugar donde descansa el Gran
Cthulhu: el más importante de los monstruos del panteón lovecraftiano.
Y aunque de las cuatro
historias mencionadas esta es la única ficticia, no deja de ser sugerente que
en el mismo sector del Pacífico donde habría tenido lugar el encuentro con el
monstruo, habite desde tiempos inmemoriales la diabólica serpiente marina CaiCai Vilú de la mitología de Chiloé.
Fuente:
La Tercera cultural
No hay comentarios:
Publicar un comentario