"BIGFOOTOLOGÍA", LA CIENCIA QUE LLEVA CASI
40 AÑOS ESTUDIANDO A PIE GRANDE
Pese a
tener que hacer frente al escepticismo de gran parte de la sociedad, setenta
científicos de todo el mundo llevan casi 40 años estudiando las características
de la mítica criatura Pies Grandes o Bigfoot, lo que ha dado lugar a una
disciplina bautizada como "Bigfootología".
"A
diferencia de otros investigadores sobre el Bigfoot, nosotros partimos de la
seguridad de que el Bigfoot existe, así que nos centramos en estudiar sus
hábitos y clasificación en el mundo animal", explica en una entrevista con
Efe el estadounidense Rhettman Mullis, presidente y fundador de la
"Bigfootología".
El noroeste
de Estados Unidos y especialmente el
estado de Washington, donde tiene su sede la "Bigfootología", es una
de las zonas consideradas epicentro de las historias sobre el Bigfoot, y son
muchos los vecinos que aseguran haber visto en alguna ocasión a esta mítica
criatura escondida entre sus frondosos bosques.
"Es
imposible, a día de hoy, calcular cuántas de estas criaturas hay en el mundo,
pero según mis estimaciones, sólo en Norteamérica viven actualmente unos
100.000 ejemplares", indica Mullis, psicólogo de profesión y fascinado por
la figura del Bigfoot desde que vio un ejemplar por primera vez siendo un niño.
"Yo he
visto al Bigfoot con mis propios ojos. Fue en 1977 en el Estrecho de Puget
(Washington, EE. UU.) y eso cambió mi vida para siempre", asegura el
presidente de esta disciplina, cuyos setenta miembros han recopilado
"infinidad de muestras", entre ellas huellas y pelo, a lo largo del
tiempo que les han permitido estudiar las características del Bigfoot.
La
"Bigfootología" cuenta actualmente con setenta miembros oficiales
distribuidos entre Estados Unidos, Canadá, el Reino Unido, Rusia y Australia,
la mayoría de ellos científicos especializados en genética, primatología,
zoología y biología, y uno de sus principales objetivos es lograr clasificar al
Bigfoot dentro del mundo animal.
"Los
Bigfoot están relacionados tanto con los humanos como con los simios. El tipo
de pelo es el propio de los humanos y caminan como los humanos, pero sus brazos
son largos y sus piernas cortas como en el caso de los simios", apunta
Mullis.
Además, los
"bigfootólogos" también han logrado establecer ciertos patrones de
comportamiento sobre estas criaturas como por ejemplo que, pese a que en la
mayoría de imágenes captadas en las que presuntamente aparecen Bigfoots estos
aparecen solos, son animales que viven "en grupos familiares de entre
cuatro y cinco miembros".
En cuanto a
la dieta, los Bigfoot cazan de la misma manera que cazan otros monos, aunque
también se alimentan de frutas salvajes y, por lo general, "comen aquello
que encuentran".
Como
"son animales muy curiosos", los "bigfootólogos" organizan
acampadas regularmente en la montaña para tratar de atraer a los Bigfoots durante
la noche e interactuar con ellos.
El término
inglés Bigfoot (literalmente "Pie Grande") sólo se usa desde finales
de la década de los 50, pero Mullis asegura que existen pruebas documentadas de
encuentros con estas criaturas en todo el mundo desde hace más de mil años.
"Los
romanos documentaron la existencia de estas criaturas, también William
Shakespeare y el expresidente de EE. UU. Theodore Roosevelt. Lo que ocurre es
que hay gente que no quiere aceptar estas pruebas y niegan su existencia, para
no abandonar así su zona de confort", sostiene.
Una de las
tesis que Mullis esgrime para defender la existencia del Bigfoot es que
criaturas similares aparecen en la literatura y el imaginario popular de muchas
poblaciones distintas del mundo a lo largo de la historia, por lo que les ha
dado diferentes nombres como Sasquatch, como las llamaban los nativos
americanos, o Yeti.
"Bigfoot,
Sasquatch y Yeti son la misma criatura, un ser al que se ha llamado de muchas
maneras distintas en diferentes partes del mundo y a lo largo de diferentes
momentos históricos. Pero las historias son siempre las mismas", concluye
Mullis.
Fuente: Publimetro
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