Los turistas y habitantes de El Quisco se
asombraron durante varios días con la aparición de un enorme mamífero marino
que varó de un momento a otro en la playa Poza Azul.
Muchas personas de la zona y visitantes
comenzaron a comunicarse por redes sociales con el Museo de Historia Natural e
Histórico de San Antonio (Musa) ante la presencia de lo que muchos pensaban era
un raro y enorme lobo marino.
La identificación del curioso mamífero
marino por parte del especialista en fauna silvestre y director del Musa, José
Luis Brito, permitió saber que se trataba de un macho juvenil de foca elefante
o elefante marino (Mirounga leonina), que es la foca más grande del planeta.
"Estas enormes focas si bien son más
comunes en la Antártica yen la zona magallánica, presentan registros
esporádicos de individuos erráticos" que en su mayor parte corresponde a
machos solitarios o parejas de machos. En muchos casos aparecen en playas de
arena o rocosas asociadas en algunas ocasiones a lobos o leones marinos",
explicó Brito.
Se
dejó apreciar
Ayer el mismo ejemplar volvió a ser
registrado, esta vez en la playa de la caleta Pintor Pacheco Altamirano de San
Antonio, aunque lamentablemente fue ahuyentado por la cantidad de curiosos que
quisieron verlo más de cerca.
"Se hace un llamado a que en caso de
volverse a avistar en la zona el elefante marino, no se le debe molestar y las
personas no se deben acercar al ejemplar, ya que él busca un sitio para
descansar", advirtió el especialista.
Duelo
en el musa
Y aunque el avistamiento de un elefante
marino mantuvo ocupada la atención de José Luis Brito, un profundo dolor invade
actualmente al director del Museo de San Antonio. ¿La razón? El fallecimiento
de su querida gata regalona Carlota, que murió el miércoles pasado a raíz de
una enfermedad.
Una triste noticia que el mismo museo
confirmó en redes sociales con un mensaje que decía "después de 17 años
acompañándonos en el Museo se nos fue Carlota y ahora vivirá en nuestros
recuerdos".
"Ella la semana antepasada había
sufrido un ataque cardiaco del cual no se pudo recuperar. Luego, cuando la
revisó un veterinario, nos dijo que tenía leucemia. Es una pérdida que hasta el
día de hoy todavía me causa mucho dolor. Cada mañana cuando me levanto siento
que huelo su aroma en la casa", señaló Brito.
El director del Musa expuso además que
"mucha gente al verla en el museo se encariñaba con ella, a tal grado que
querían llevársela, y nosotros teníamos que salir corriendo a la puerta
diciéndoles a las personas que no se la llevaran, puesto que era de nosotros.
La gente la quería mucho".
17 años estuvo en el Museo de San Antonio
la querida gata "Carlota". Lamentablemente murió el pasado miércoles.
Fuente: El Líder de San Antonio
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