UN PEZ ESQUIVO
(FOTO: MURDOCH UNIVERSITY)
Cuando Marianne Nyegaard tenía seis años su madre la llevó a
un museo local de historia natural en Dinamarca, lugar donde nació. Recuerda
que en ese lugar tenían un enorme pez luna en la pared que causó mucho impacto
en su vida. The Dodo.
Años después, la científica no sólo se ha dedicado a
estudiar sobre peces gigantes, sino que ha descubierto especies enormes nunca
antes vistas, según consigna el sitio especialista en vida animal
“Fui muy afortunada al participar de un proyecto de
doctorado sobre peces luna fuera de la isla de Bali en Indonesia e incluir
también a los que estaban alrededor de Australia y Nueva Zelanda”, afirmó
Nyegaard. Agregó que una vez que se comienza a trabajar con estos “locos
peces”, se convierte rápidamente en una entretenida obsesión.
Nyegaard logra sus descubrimientos a través del análisis de
múltiples secuencias del ADN de peces, por eso cuando lo hizo con los peces
luna de Australia y Nueva Zelanda obtuvo un grupo de secuencias desconocido que
no correspondía a ninguna de las especies que ya había estudiado y fue allí
donde comenzó su obsesión por encontrarlo.
Las diferencias genéticas detectadas en algunos ejemplares
permitían sospechar al grupo de investigadores que podía existir una nueva
especie de este tipo de pez, pero tras cuatro años de estudios en la región
Indo-pacífica pudo ser confirmado y es la primera especie de pez luna
descubierta en 130 años.
El ejemplar fue denominado “Hoodwinker Sunfish” (pez luna
burlador), o científicamente “Mola tecta”, y de acuerdo a los científicos son
los más pesados y distintivos de todos los peces óseos. Algunas especies pueden
llegar a pesar más de dos toneladas y medir hasta tres metros de longitud. Se
cree que la especie recién descrita puede tener unas características similares.
Marianne Nyegaard afirma que no logra entender cómo un pez
tan grande pudo eludir a los científicos y no ser descubierto por tanto tiempo.
“Por eso lo hemos llamado burlador”, afirma la estudiante de doctorado de la
Universidad de Murdoch.
Conseguir las imágenes de este pez fue todo un golpe de
suerte, ya que cuando supo dónde podría encontrarlos, en la playa de
Christchurch, una tormenta retrasó su viaje y para cuando llegó los ejemplares
habían vuelto al mar. Sin embargo, fotógrafos del lugar consiguieron
fotografías y videos para ella.
“Diez días después, como si esta especie de peces realmente
quisiera ser encontrada, el océano arrojó un cuarto pez a las misma playa, y
esta vez si pude verlos”, expresó Nyegaard.
Ahora que descubrió esta nueva especie, la científica se
propuso proteger al pez que la ha fascinado desde que era una pequeña niña.
“Para mí estas nuevas especies, junto a las que ya existen, pasan a ser
embajadores del océano y de todo lo que vive en él”, afirmó.
Fuente BioBioChile