Aves, crías de lobos marinos, reptiles, llamas,
alpacas, chinchillas, zorros y ganado son depredados por jaurías que proliferan
debido a irresponsabilidad de los seres humanos.
La imagen de un perro atacando ferozmente a un pelícano en el Terminal Pesquero de Mejillones, viralizada el fin de semana a través de redes sociales, evidenció nuevamente la seria amenaza que representan los canes para la fauna silvestre local.
La foto fue captada hace años por el doctor Carlos Guerra, director del Centro de Estudio y Educación Ambiental (CREA) de la Universidad de Antofagasta, quien quiso a través de ella sensibilizar respecto de un problema que, pese a todos los llamados, sigue afectando a distintas especies, algunas de ellas en peligro de extinción
“Esa foto muestra que los perros, si no están al cuidado de una persona responsable, pueden transformarse en una tremenda amenaza para la fauna silvestre. Ellos muchas veces no atacan por una necesidad de comer, sino que por el instinto de matar a otros animales. Hace un tiempo en la comunidad Ayllu de San Pedro de Atacama un perro ingresó a una parcela de un amigo agricultor, mató a todos los conejos y no se comió a ninguno. Ellos cuando matan entran en un éxtasis similar al que tiene todo animal salvaje en sus genes”, explicó el mismo Carlos Guerra.
Gaviotín
Entre las principales víctimas de los perros están
aves de todo tamaño, las crías de lobos marinos, pequeños reptiles, llamas,
alpacas, chinchillas, zorros, conejos y en general todo aquel animal que
despierte sus instintos depredadores, incluyendo cabras, ovejas y ganado.
En la Fundación para la Sustentabilidad del
Gaviotín Chico conocen muy bien el impacto que pueden tener estos animales
cuando entran en contacto con la fauna silvestre.
“De todos los nidos depredados en las colonias
reproductivas de gaviotín chico de la región, el 30% correspondió a ataques de
perros durante la última temporada (el resto fueron atacados por aves rapases y
zorros, principalmente). En la localidad de Michilla tuvimos la mayor pérdida
de nidos, pues allí en el 40% de los nidos depredados hubo intervención de
perros”, explica Alberto Rivera Olmedo, biólogo marino y director de la
Fundación.
Rivera explicó que los perros, además de mermar las
poblaciones silvestres, alteran los ciclos naturales de las especies y son
importantes transmisores de virus y parásitos.
“En cuanto al gaviotín, está comprobado que los
ataques generan perturbación en el ciclo de descanso y crianza de las aves,
porque ahuyentan a los padres y pueden generar abandono del nido. Nosotros
hemos visto diezmada la población de pollos recién nacidos que siguen siendo
alimentados por sus padres, es decir, el impacto es muy grande”, dijo.
Tenencia
El doctor Carlos Guerra responsabiliza de este
problema a las conductas irresponsables de los seres humanos, que abandonan a
los perros en entornos urbanos o silvestres, y advierte que desde la
legislación tampoco se ha sabido dar respuesta a este problema.
Por ejemplo, plantea que la Ley de Tenencia
Responsable de Mascotas y Animales de Compañía no se hace cargo de los llamados
“perros comunitarios”, es decir, aquellos que no tienen un dueño específico,
pero habitan asentamientos humanos, como son las caletas.
“Se debe mejorar el concepto de perro comunitario
en la ley, porque se transforma en un animal de todos, pero a la misma vez es
de nadie. Estos animales no deben andar sueltos, porque cuando andan solos y en
manadas son muy peligrosos”, cierra el biólogo marino.
Alberto Rivera también tiene una posición crítica
respecto a la citada ley, asegurando que la norma no da una respuesta completa
a la fauna silvestre que es afectada por ataques de perros.
“Nosotros identificamos a los perros que están
depredando nidos, los atrapamos, vemos si tiene dueño o no, y -si no lo tiene-
se registra por chip y se esteriliza; pero a continuación tenemos que
devolverlo al medio donde lo capturamos, y entonces vuelve a tener las mismas
conductas. Por eso planteamos que la ley no se hace cargo completamente del
tema”, señaló.
Rivera explicó que en Mejillones la fundación está haciendo un trabajo con la ONG Alma Animal promoviendo la tenencia responsable y la adopción de mascotas para reducir la población de perros sin dueño, pero añade que al menos en el caso del gaviotín chico, el nivel de amenaza es tal, que se requieren medidas más urgentes.
Fuente: Timeline Antofagasta
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