Extraño ser simiesco (Caso inédito)
Angol - IX Región
Según datos que obran en nuestro poder, podemos adelantar que el señor Luís B.T., conocido relojero y artista autóctono de la IX Región, relató una extraña experiencia que tuvo un yerno suyo, en el invierno del año 2006.
El yerno de Luís, conductor de camiones y con un horario muy diverso, no podía creer lo que vio en la carretera el mes de Junio de 2006 cerca de la medianoche, entre el tramo de Los Angeles a Mulchén. Aquel día no llevaba peonetas, por lo tanto no existen otros testigos de su observación, pero sí recuerda que conducía a una velocidad regular sin otros detalles que agregar. De pronto, en un tramo recto de la carretera, que estaba sin movimiento vehicular, alcanzó a percatarse que a su costado derecho, sobre el asfalto, estaba quieto un animal extraño. Este animal tenía la apariencia de un mono, con brazos cortos y piernas largas, muy erectos. Alcanzó a frenar como a 10 metros de éste animal. La bestia de aspecto simiesco no se movió y, al mismo tiempo volvió su cabeza hacia el camión. Ahí pudo percatarse que el animal tenía los ojos de color rojos, relucientes y que, la configuración o piel de cuerpo era muy extraña, estaba cubierto de algo semejante a plumas blanquecinas, cortas.
El conductor del camión sintió un estremecimiento de temor, ante esta situación tan extraña. Había detenido el motor, y así transcurrieron varios segundos, el ser mirándolo y él paralizado de temor. El animal camino lentamente cruzando la carretera, sin dejar de observarlo, hasta que se introdujó entre los arbustos laterales que habían en la carretera. Según recuerda el testigo, el ser simiesco tenía una contextura gruesa, medía aproximadamente más de un metro, su cabeza era proporcionada a su cuerpo y tenía un gran hocico. No emitio ruido alguno. En ningún momento toco sus extremidades en el pavimento y siempre estuvo erecto, como un pequeño hombrecito.
El camionero pudo observarlo muy bien, mantuvo todo el tiempo las luces de su vehículo encendidas. Añade en su relato, que le dio la impresión de que la actitud del extraño animal en todo momento fue desafiante, aunque pasiva.
En estos momentos se trata de recopilar más datos respecto a esta extraña experiencia de este camionero, la cual permanecía sin publicarse y bajo un estricto sigilo familiar.
Fuente: Raúl Gajardo L.
Archivos: Sigrid Gröthe
El yerno de Luís, conductor de camiones y con un horario muy diverso, no podía creer lo que vio en la carretera el mes de Junio de 2006 cerca de la medianoche, entre el tramo de Los Angeles a Mulchén. Aquel día no llevaba peonetas, por lo tanto no existen otros testigos de su observación, pero sí recuerda que conducía a una velocidad regular sin otros detalles que agregar. De pronto, en un tramo recto de la carretera, que estaba sin movimiento vehicular, alcanzó a percatarse que a su costado derecho, sobre el asfalto, estaba quieto un animal extraño. Este animal tenía la apariencia de un mono, con brazos cortos y piernas largas, muy erectos. Alcanzó a frenar como a 10 metros de éste animal. La bestia de aspecto simiesco no se movió y, al mismo tiempo volvió su cabeza hacia el camión. Ahí pudo percatarse que el animal tenía los ojos de color rojos, relucientes y que, la configuración o piel de cuerpo era muy extraña, estaba cubierto de algo semejante a plumas blanquecinas, cortas.
El conductor del camión sintió un estremecimiento de temor, ante esta situación tan extraña. Había detenido el motor, y así transcurrieron varios segundos, el ser mirándolo y él paralizado de temor. El animal camino lentamente cruzando la carretera, sin dejar de observarlo, hasta que se introdujó entre los arbustos laterales que habían en la carretera. Según recuerda el testigo, el ser simiesco tenía una contextura gruesa, medía aproximadamente más de un metro, su cabeza era proporcionada a su cuerpo y tenía un gran hocico. No emitio ruido alguno. En ningún momento toco sus extremidades en el pavimento y siempre estuvo erecto, como un pequeño hombrecito.
El camionero pudo observarlo muy bien, mantuvo todo el tiempo las luces de su vehículo encendidas. Añade en su relato, que le dio la impresión de que la actitud del extraño animal en todo momento fue desafiante, aunque pasiva.
En estos momentos se trata de recopilar más datos respecto a esta extraña experiencia de este camionero, la cual permanecía sin publicarse y bajo un estricto sigilo familiar.
Fuente: Raúl Gajardo L.
Archivos: Sigrid Gröthe
No hay comentarios:
Publicar un comentario