domingo, 12 de agosto de 2007

En busca de animales imposibles

La criptozoología en la región
Diario "El Día" La Serena - Ed. Coquimbo
La delegación en Chile del Instituto de Investigación y Estudios Exobiológicos, con sede en España, ha estado estudiando extraños fenómenos como el presunto “chupacabras” y otras criaturas inimaginables.

Por Armando Tapia Cortés.

Seguramente usted ha escuchado varias veces oír rumores sobre el supuesto “chupacabras”, el llamado “yeti” (abominable hombre de las nieves) o también del famoso monstruo del lago Ness. Puede que todos estos nombres le parezcan sacados de una película de terror o ciencia ficción, pero la verdad es que existe una rama de las ciencias naturales (aunque no reconocida por todos los científicos) que se dedica a escudriñar en la veracidad o no de estos relatos: La criptozoología. La definición del término criptozoología está explicada en el Diccionario Ufológico que publicó Ediciones Orbis (1997), bajo la coordinación del investigador italiano Roberto Pinotti: “Neologismo científico de reciente creación dentro del lenguaje de las ciencias naturales que indica el estudio de formas de vida ignotas o que se creían extinguidas”.
El 3 de abril de 2003, se fundó en nuestro país el Instituto de Investigación y Estudios Exobiológicos Delegación Chile (IIEE), organización que tiene su sede central en España, y que se dedica exhaustivamente a la criptozoología. Según el investigador IIEE, Raúl Núñez, “existen personas que realmente les ha preocupado esta parte de nuestra ciencia, y más de alguna afirma con certeza que es posible la existencia de animales que creemos extinguidos, pájaros antidiluvianos, hombres de las nieves, serpientes gigantes, incluso seres con alas que nos recuerdan los adornos de gárgolas en las catedrales europeas”. “Consciente de este mundo moderno que se vive, rodeados de satélites en el cosmos, los cuales pueden detectar minúsculos objetos de alturas inimaginables, es difícil pensar que algunas especies animales hubieran permanecido a través del tiempo ocultas en las selvas, cavernas o zonas despobladas en nuestro planeta. Sin embargo, los testimonios de innumerables personas nos dicen lo contrario, aunque se debe reconocer que más de algunos han sido montajes para llevar turismo y promocionar intereses parecidos”, sostiene este investigador.
EL MITICO “CHUPACABRAS”
Desde hace algún tiempo, los noticieros chilenos e incluso regionales han abarcado en su pauta los ataques del “chupacabras”, un supuesto monstruo que acomete contra los animales (principalmente aves y ganado) matándolos y succionándoles por completo la sangre. Se contaron casos en Ovalle, Coquimbo (principalmente en el sector de Pan de Azúcar), localidades rurales de la comuna de La Serena y en el valle de Elqui. Y a pesar de que muchos atribuyeron los ataques a perros salvajes, el misterio nunca se pudo dar por aclarado en un 100%.
Según el parasicólogo regional Iván Voreved, socio del Instituto de Investigación y Estudios Exobiológicos, la existencia del “chupacabras” es real y se trataría de una mutación. Aseguró, además, que en Antofagasta un conocido veterinario desarrolló una ardua investigación sobre el tema, pero “fue obligado a desistir” por parte de unos misteriosos agentes vestidos de negro, tal como en la película “Men in black”, que se dedicarían a encubrir el tema del “chupacabras” por su vinculación a lo extraterrestre.
Patricio Arias, (colaborador del IIEE de Chile, ingeniero de ejecución) también se inclina por la hipótesis de un “animal producto de una mutación”, de aspecto simiesco en algunos casos, especie de vampiro en otros, alado con membranas entre brazos y espina dorsal, bípedo, de una gran fuerza, e inteligencia superior a la de un animal común, capaz de saltar sobre 10 metros de un solo impulso sin ningún problema. Lo dicho es la experiencia por su trabajo en terreno, siguiendo los ataques de este animal en Chile.
Rodrigo Cuadra, (editor de TOC, revista de Ovnis y Ciencias) piensa que el “chupacabras” es una criatura “proveniente de alguna dimensión paralela a la nuestra. Por motivos desconocidos se cruza con la nuestra para ocasionar lo que nosotros conocemos. El motivo y la causa son tan ignorados como la naturaleza misma de esta criatura que roza lo imaginario y lo mitológico, situación que dificulta aún más la búsqueda de respuestas lógicas que pudieran explicar el fenómeno como tal”. Agrega, que en manos de la ciencia y la tecnología está el encontrar respuestas a este fenómeno que nos acompaña, quizás desde los orígenes mismos de la Humanidad.
EL CASO DEL AGUILA GIGANTE
En marzo de 1868, el diario “El Constituyente” de Copiapó publicó una curiosa carta firmada por varios mineros. El impactante testimonio también fue recogido en esa misma fecha por la revista científica “The Zoologist” en su número de julio de 1868. En ella, los mineros hablaban de “un ave gigantesca que a primera vista tomamos por una de las nubes que en ese momento entoldaban en parte la atmósfera”, la que según ellos habría volado sobre sus cabezas. Curiosamente, en el libro “Leyendas y tradiciones del valle”, publicado hace algunos años en la región, se rescató el testimonio de una antigua vecina de la quebrada de Paihuano, llamada Rosa Azola. En el texto se relató que cuando era pequeña (década del ’30 aproximadamente) , vivía con su madre criando cabras y ovejas en la zona cordillerana. De pronto, varios de los animales comenzaron a desaparecer misteriosamente. “Como a las dos de la mañana vio bajar un águila inmensa con cuerpo de felino comiéndose a los cabritos más pequeños. Así supo qué era lo que causaba que desaparecieran” , se señala en el libro. El estudioso Iván Voreved también conoce de un caso similar que se registró hace varias décadas en Coquimbo. Sea como fuere, mientras él sigue investigando, lo concreto es que a comienzos del año 2005 un grupo de investigadores publicó un estudio en el que demostraron que, al menos en Nueva Zelanda, existió un águila de enormes proporciones. Esta especie, conocida como el águila de Haast, se extinguió dos siglos después de la llegada de los humanos a esa zona y se caracterizaba por ser un 40% más pesada que el mayor pájaro de presa que existe en la actualidad.
PIONEROS ROMANTICOS
En medio de todos estos casos, para Raúl Núñez el asunto está muy claro. “La criptozoología está rodeada de elementos románticos y muchos de sus seguidores están plenamente convencidos de la existencia de estos animales o seres perdidos en el tiempo. Generalmente, como todo tipo de investigación independiente, sin presupuestos ni subvenciones de ningún tipo, muchos de estos investigadores son autodidactas, creen ciegamente en su empresa y su realidad la hacen extensible a los demás”. Esta actitud a veces es una arma de doble filo, pero creo sinceramente que no se puede criticar a este tipo de personas en forma desproporcionada, ya que el mundo y los descubrimientos más extraordinarios se han logrado por estos pioneros románticos, quizás algunos equivocados, pero mientras exista ese espíritu de conocer más allá de lo normal, el mundo aún tiene esperanza en el ser humano como animal pensante”, concluyó. Para contactarse con el Instituto de Investigación y Estudios Exobiológicos, se puede escribir al correo
EL “HOMBRE POLILLA”
Entre 1966 y 1967, en la localidad de Point Pleasant en Virginia Occidental (EE.UU.), una criatura con alas aterrorizó a la población, siendo bautizada como el “Hombre Polilla”. “Este episodio fue base para una película hace algunos años, nos estamos refiriendo al filme “Mothman, la última profecía”. Esto nos confirma que muchos de estos hechos permanecen en la memoria popular y adquieren unos elementos casi al borde de la realidad absoluta”, señaló Raúl Núñez.

Fuente: www.diarioeldia.cl
Apartado “Lo que hay que saber” (El Día La Serena, Ed. Coquimbo)

1 comentario:

Nediljko dijo...

MUY BUENO EXCELENTE