Consuelo Antezana es una geóloga que
vive hace dos años en Cobquecura donde practica surf. Este fin de semana en las
playas de Ñuble, su hábitat, vivió una experiencia única: salvó a una tiburón
hembra de aguas profundas que varó en la costa de Colmuyao y que se encontraba
en trabajo de parto. Durante el fenomenal rescate, que fue guiado
telefónicamente por el director regional del Servicio Nacional de Pesca, logró
que ocho de sus crías se salvaran. “No alcancé a sentir miedo, más bien
adrenalina para proceder de la mejor manera”, asegura sobre el desvaramiento.
Salvando un tiburón de 4 metros y
sus crías.
La noticia la dio a conocer Chungungo,
la mascota y vocera virtual del Servicio Nacional
de Pesca en sus redes sociales el pasado lunes.
“Un grupo de personas que estaba en
la playa le avisó a mis colegas de Ñuble que el tiburón hembra estaba vivo, y
no solo eso: estaba en pleno trabajo de parto!!!! Si señores y señoras, estaba
a punto de traer sus bendiciones al mundo”, fue uno de los mensajes publicado.
Lo cierto es que algunos de los
vecinos alertados por la presencia de un tiburón y pequeños tiburones a su
alrededor en la costa decidieron llamar al Sernapesca que se ubica en Chillán.
El viaje de más de 100 kilómetros que separa a ambos puntos, hacía imposible
que los funcionarios pudieran llegar a tiempo, por lo mismo René
Vega, director regional (s) de Sernapesca Ñuble, no dudó
en llamar a Consuelo, con quien trabajó codo a codo en el rescate de
lobos marinos.
“Ella vive más o menos cerca, le
pregunté si podía llegar porque nosotros de Chillán allá nos íbamos a demorar
dos horas. No íbamos a alcanzar a hacer un rescate exitoso. Ella fue
nuestro contacto en el lugar, llegó en 15 minutos y comenzó con las
maniobras. Al principio intentaron mover el tiburón con personas a su
lado, pero eso fue muy difícil porque el tiburón era muy laxo. Además
no era aconsejable maniobrarlo cerca de la boca”, comenta hoy René Vega.
Consuelo, quien llegó a la zona junto
a su pareja y un amigo, luego de algunos intentos por desplazar al animal de
4,5 metros, recibió la guía con respecto a la devolución de las crías. Teléfono
en mano atendió la instrucción de René llevar a cada uno de los tiburones
recién nacidos mar adentro.
“Sabiendo con que nos encontramos,
llame a René, con el cual habíamos estado en contacto durante todo este
tiempo y por el cual llegue al tiburón, para que me diera instrucciones a
seguir. Ahí corroboramos era una excelente idea ingresar a las crías de
inmediato y que deberíamos proseguir a ingresar al tiburón”, recuerda Consuelo.
Aquella decisión es comentada hoy
también por René Vega: “Los tiburones generalmente ponen huevos, pero esta
especie tiene los huevos dentro de ella y eclosionan en su interior. Estos
animales al nacer son de vida libre inmediata: no requieren de cuidado
parental, entonces lo mejor que podían hacer era tirarlos al agua.”, comenta.
De un total de 11 tiburones nacidos,
Consuelo junto a los vecinos, lograron rescatar a 8 de ellos. Luego del
rescate, vino lo más difícil intentar salvar a la madre.
Un tiburón dinosaurio
En un video registrado por Consuelo y
su grupo, se ve el rostro de la mamá tiburón. La imagen impacta, se
logran ver sus branquias, sus afilados dientes y una mirada que denota que la
vida se le está yendo.
Son precisamente sus características
la que convierten al tiburón Fume o Hexanchus griseus, en una especie
importante en la cadena evolutiva.
A pesar de su apariencia moribunda,
la tiburón varada en Cobquecura continuó aferrándose a la vida. Parte de las
personas a su alrededor intentaron mojarla con un balde. Sin embargo, René
Vega, comenta que para que los tiburones puedan oxigenar necesitan estar en
movimiento. “A través de los videos nos dimos cuenta de que estaba viva, pero
los tiburones cuando nadan oxigenan sus hagallas, sin nadar se comienzan a
ahogar”, sostiene.
Regresar a la madre a su entorno
natural resultó complejo por sus dimensiones y también por el peligro que
suponía acercarse a su mandíbula. Pese a ello, Consuelo recuerda
que eso poco le importó al grupo. Asegura que durante el rescate: “No
alcance a sentir miedo, más bien adrenalina y atención a proceder de la mejor
manera”.
Durante el rescate, fue la propia
naturaleza que contribuyó en el retorno de la tiburón al mar. La marea comenzó
a subir, lo que permitió a Consuelo y sus cercanos a reincorporar al animal al
océano. Así lo recuerda.
“Gracias a mi pareja Joaquín y un
amigo Feña, que lograron ingresar, sujetando al tiburón contra el oleaje a cierta
profundidad. (Ella) fue capaz de dirigirse mar adentro. Vimos un par de
movimientos de su cola tras un par de olas y luego desapareció. El oleaje
estaba grande por lo que asumimos que sobrevivió, de contrario hubiese varado
con facilidad”, asegura Consuelo quien vio a la tiburón madre perderse libre y
vital en el océano del Ñuble. Un momento único e irrepetible.
“Estaba maravillada de ver a un
animal tan majestuoso y sobre eso, dando a luz. Hacer lo posible por salvar al
tiburón y las crías era lo que había que hacer, después del hecho pude pensar
en lo increíble que fue”, reflexiona tras el rescate.
“El peje humo es un tiburón bastante particular en términos evolutivos, esto porque tiene seis branquias y eso es bastante singular. Se le considera evolutivamente antiguo, porque la mayoría de los tiburones más recientes tienen 5 branquias. Casi como un tiburón dinosaurio”, explica. Según explica René Vega, este tipo de tiburón además habita mar adentro en toda la costa chilena. Según el experto de Sernapesca su temperamento es dócil con las personas salvo que lo molesten o ataquen. Vega añade que es extraño ver a este tipo de animal cerca de las costas, que su estado es de”casi amenazado”, es decir que está categorizado en riesgo menor, “pero en riesgo de todas maneras”.
Más información y video en:
https://www.theclinic.cl/2022/03/08/la-geologa-que-rescato-a-una-tiburon-de-4-5-metros-varada-y-a-ocho-de-sus-crias-estaba-maravillada-de-ver-a-un-animal-tan-majestuoso/
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