INSÓLITO: CAPTURAN
CORVINA DE 27 KILOS EN EL RÍO MAIPO
La discusión comenzó cuando, a lo lejos,
divisaron a un enorme animal que aleteaba cerca de la ribera del río Maipo en
el sector de Tejas Verdes, en Llolleo.
Arriba de una pequeña embarcación se
encontraban Carlos Ortiz (31), Ignacio Cabello (29), Oscar Arriaza (58) y René
Ortiz (68). Todos ellos amigos desde hace mucho tiempo y colegas en el arte de
la pesca chinchorro.
Esta técnica, la más antigua para extraer
recursos marinos, consiste en la utilización de una red rectangular que los
pescadores tienden desde la costa y que luego recogen manualmente para sus
capturas.
Precisamente era esto lo que realizaban
estos pescadores en la boca del río Maipo cuando a lo lejos divisaron un enorme
animal que se movía inquietamente en las tranquilas aguas de San Antonio.
"Todo era normal. Habíamos ido como
siempre al río a pescar. Pusimos la red y esperábamos sacar los peces cuando
vimos algo", parte diciendo Carlos Ortiz.
"Estábamos en el bote cuando vimos
a lo lejos algo que se movía mucho. Yo pensé que era un lobo marino que se
estaba comiendo a los pescados que habíamos atrapado. Otros decían que era un
pescado. Así estuvimos discutiendo como cinco minutos hasta que comenzamos a
acercarnos para saber qué era", cuenta el experimentado pescador.
Para acabar con cualquier duda o
incertidumbre, este grupo de vecinos de Tejas Verdes tomó los remos y comenzó a
bogar río adentro. A medida que se iban acercando a este animal las dudas se
fueron despejando.
"No era un lobo marino como
pensábamos. Era una corvina gigante que estaba en las redes y quería salir. Era
impresionante cómo se movía. Si incluso cuando la fui a tomar para subirla a la
embarcación casi me quiebra la muñeca", describe Ignacio Cabello.
La sorpresa fue enorme para este grupo
de pescadores al ver a este inmenso pez que luchaba por escapar. Carlos Ortiz,
al ver semejante ejemplar, no lo pensó dos veces y se arrojó al río.
"Me tiré con ropa y todo. No podía
dejar que se escapara, así que tiré mi celular al bote y me lancé para atrapar
a la corvina. Ahí estuvimos luchando como media hora para capturarla. Costó
harto, porque era muy grande y con mucha fuerza", detalla Ortiz.
Este ejemplar pesó 27 kilos y medía un
metro y 50 centímetros.
René Ortiz, el más longevo dentro de
este grupo de pescadores, cuenta que nunca había visto algo así en las costas
de San Antonio, por eso cree que este hallazgo es digno de destacar.
"No es común ver a este tipo de
pescados, porque son muy grandes. Generalmente este tipo de peces pesan entre
12 a 18 kilos cuando son grandes o gigantes, pero este que pescamos escapa a lo
común. Es mucho más grande y hace harto tiempo que no se pesca algo así",
recalca.
René, además, expresa que la carne de
este producto tiene un precio que bordea los 4 a 5 mil pesos por kilo. "Es
un pescado muy cotizado y muy rico. No debería haber problema en venderlo
fácilmente", cree. J
Carlos Ortiz, uno de los pescadores que
atrapó a esta gigante corvina, cuenta que él junto a sus amigos se dedican
desde hace varios años a la pesca chinchorro.
"Toda la vida nos hemos dedicado a
esto. Es nuestra fuente de ingreso para nuestras familias. Y ahora estamos muy
complicados con nuestro futuro, porque vemos cómo el puerto se comió toda la
playa de Llolleo. No tenemos muchos lugares para ir a pescar. Ojalá que se
pueda hacer algo para que nuestros ingresos no se vean afectados", ruega.
"Estábamos en el bote cuando vimos
a lo lejos algo que se movía mucho. Yo pensé que era un lobo marino que se
estaba comiendo a los pescados que habíamos atrapado", Carlos Ortiz.
Fuente: El Lider
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