CRÍTICAS A UN CIENTÍFICO POR MATAR A UN PÁJARO AL QUE BUSCÓ 20 AÑOS
Filardi obtuvo en las
islas Salomón la primera foto de un macho del 'alción bigotudo' El especialista
explica que se trata de un práctica de campo "estándar para los
biólogos" y que no está en peligro de extinción
El
científico estadounidense Christopher Filardi se pasó dos décadas buscando en
las islas Salomón, Oceanía, una especie de pájaro del que se sabe muy poco: el
alción bigotudo o actenoides bougainvillei excelsus. Salvo un espécimen del que
hay constancia en 1920 y dos hembras ofrecidas por cazadores locales a
coleccionistas en 1950, poco se sabía de este vistoso pero desconocido animal.
Hasta ahora, ya que la expedición liderada por Filardi localizó, identificó y
fotografió por primera vez en la historia un macho del bigotudo en la reserva
de Tetena-Haiaja.
La
emoción con la que Filardi describe su hallazgo, sin embargo, no ha sido bien
recibida por algunos usuarios en redes sociales y parte de la comunidad
científica. Filardi, en su afán documentalista y tal y como llevan haciendo los
biólogos desde Charles Darwin a Alfred Russel Wallace, procedió a "incluir
en la colección" al pájaro, lo que en el argot es sinónimo de que lo mató.
"Por supuesto que coleccionar
significa matar, es una burda manera de esterilizar la muerte totalmente
innecesaria de un ser vivo. ¿Hasta cuándo va a seguir esta práctica?",
se preguntaba Marc Bekooff, profesor emérito de ecología y biología de la
Universidad de Colorado, en un blog en Huffington Post.
El
Museo Americano de Historia Natural, institución a la que pertenece Filardi y
donde se dio a conocer el hallazgo, se vio forzado a actualizar el artículo en
el que se anunciaba la foto tras la polémica surgida a partir de un artículo
publicado en The Washington Post. "El bigotudo, aunque es un pájaro del
que se sabe poco y no ha sido estudiado, no es un ave rara" y no está en
peligro de extinción.
Otra
institución, la National Audubon Society, que también dio cobertura a la ya
famosa foto, optó por permitir a Filardi que se explicase. "Durante un cuarto de siglo he trabajado por la conservación de la
vida salvaje", afirma en un artículo titulado ilustrativamente Por qué
incluí en mi colección a un alción bigotudo. "No se trata de un trofeo de caza", se excusa al tiempo que
llama la atención sobre el canto inigualable de este pájaro cuyo pelaje va del
azul añil al blanco y al oro. Además, justifica que en la zona estudiada, de
unos 5.300 kilómetros cuadrados, calculan que hay unos 4.000 ejemplares, lo que
equivale a una superpoblación.
Según
continúa, procedió a realizar la eutanasia al pájaro de acuerdo con las "prácticas de campo estándar para los
biólogos". Filardi, además, asegura que "matar un bigotudo ayudará a salvarlos a todos". EL PAIS
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